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Una Nueva Aventura

  • Ana Karem Castrellón
  • 5 jul 2016
  • 2 Min. de lectura


Ya pasó un año y medio desde que deje la secundaria y comencé a estudiar Gastronomía, la carrera a la cual planeo entregar mi vida. Suena a muy poco tiempo,(considerando que la mayoría de las carreras duran en promedio 4 años o más) pero ya solo me quedan 6 meses más para salir al campo laboral y ser toda una profesional que trabaja en pro al desarrollo de nuestro pequeño y hermoso país … que lindo suena, pero la realidad es que ¡aterra! Es ahora, a la corta edad de 19-casi 20 años, que comienzo a preguntarme: ¿y ahora qué sigue?


Para que me entiendan un poco mejor, les contaré como ha sido el año y medio de esta chef en construcción.


Desde hace mucho ya yo estaba decidida a estudiar gastronomía, a pesar de que me gustan muchas cosas como el arte, el diseño, el dibujo y la fotografía. Pero había algo en la cocina y en la manera en la que siento que la comida puede unir a las personas, que simplemente me inclinaba siempre hacia ella. Lo que yo no me esperaba era descubrir la disciplina, pasión y precisión que necesitas para ser exitoso en este negocio (cosas que sigo mejorando y buscando). Ya pasaba de ser un sueño a la vida real. Temperaturas, técnicas, cortadas, quemadas, medidas exactas, creatividad, cero margen de error… En fin, no era tan fácil como todos pensamos que es, es más que solo “cocinar”. Nada que con disciplina y perseverancia no se pudiera lograr, como todo en la vida realmente.


A lo largo de mi carrera y mientras continuaba enamorándome más de ella, mi universidad me dio la oportunidad de hacer varias prácticas profesionales, lo cual me dio una visión de la realidad mucho mayor. Allí es donde las inseguridades surgen. Practique en un hotel, un restaurante y una pastelería, siempre tratando de dar el 200% en cada experiencia. Aprendí demasiado en ellas, pero creo que lo que más enfatizaba en mi cabeza tras analizar cada una de esas experiencias fue: no tengo un verdadero objetivo de carrera. Permítanme explicarme mejor. Así como los doctores eligen especializarse en pediatría o cardiología, un chef puede ser pastelero, panadero, chef garde manger, etc. Yo por mi parte siempre me he sentido atraída por la pastelería. Pero deseo innovar, traer a mi Panamá algo distinto. El problema está en que no se, aún, que es ese algo.


Buscando en Internet encontré que como chef no estás obligado a convertirte en un chef de restaurante, lo cual es hermoso si sientes pasión por ello, pero en lo personal no me apasiona esa rama, o por o menos no para dedicarme a ella toda la vida. Puede que mi pasión sea la fotografía de comida, o tal vez ser food stilish… quiero experimentar, viajar, probar y descubrir mi razón de ser.


Mi meta con este nuevo blog, al cual considero mi nueva aventura, es hacer que más personas se enamoren de la comida. Hacerles ver que comer rico no es imposible y mucho menos difícil.


-Te invito a que me acompañes en la búsqueda de mi pasión en la gastronomía, mientras que juntos aprendemos, cocinamos, buscamos inspiración y reavivamos con cada artículo el amor por la comida.-


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